Hace ocho años que salía de Valladolid con una capa de niebla espesa,de estas que caracterizaban la época por aquel entonces, con abrigo, gorro y bufanda, y aquí me tenéis, ocho años después en manga corta y esperando a que llegue el frío...
Cuando eres mas pequeño y el miedo es solo "cosa de mayores", cuando todo te parece una buena idea, o mejor dicho, cuando cualquier cosa que se te plantea no lo piensas y lo haces sin pensar en nada, cuando la inocencia gana, cuando luchar por imposibles es tarea diaria y cuando piensas que eso que llaman "vida adulta" es mucho mas fácil de como lo pintan los mayores...
Mi madre sigue arrepintiéndose de "haberme dejado ir a Gandia aquel verano", sigue convencida de que si no hubiera cogido aquel autocar en Mendez Alvaro aquel 16 de Junio seguiría debajo del ala, pero como siempre le digo, es lo mejor que me pudo pasar...
Esa ilusión con la que me bajé del tren en Sants hace hoy ocho años, esas ganas por seguir compartiendo piso, ese entusiasmo por probar recetas nuevas, el olor a folios en blanco y apuntes de infantil, mi cara de perdida cada vez que oía a alguien hablando en Catalán, los domingos de turisteo por mi gran ciudad de los sueños...
Debo reconocer que cuando pise Barcelona era solo un "proyecto" de futuro, puesto que mi idea era pasar unos años aquí y luego decidiría destino, por lo que, el momento en que paré, y me di cuenta de que en ese momento las reglas del juego habían cambiado, y la decisión de quedarme o irme era solo mía, fue un tanto difícil, aunque pensándolo bien, no creo que la decisión fuera irme o quedarme,si no , pensar en si quería volver a empezar de nuevo en otro sitio...
Es curioso como a medida que van pasando los años, aunque sientas que no acabas de echar raíces en ningún sitio, y que estas un poco en tierra de nadie, da pereza arrancar, cuesta moverse, llámalo miedo, llámalo comodidad o llámalo estar en un momento en el que únicamente buscas calma en tu vida.
No se si mi vida terminará en Barcelona o si me iré por el sudeste Asiatico y me quedaré meditando unos meses sobre la vida, no se si los que ahora son imprescindibles seguirán siéndolo dentro de ocho años mas, desconozco por completo cual es mi futuro o que haré pasado mañana, lo que si tengo claro es que voy a disfrutar cada minuto, en Barcelona, en Valladolid, en Hong Kong o en el fin del mundo...
Quizá la parte mas fea de estar lejos de los míos son los momentos de decir adiós, los momentos en los que suena el teléfono y lo único que quieres es cerrar los ojos y que todo sea un mal sueño. Ese momento en el que te subes al avión y sabes que no quieres bajar, no quieres entrar en ese hospital, no quieres tener que ver a tu amiga en esa situación, ese momento, en el que entras en casa de tus padres y no, no quieres por nada del mundo tener que dar ese abrazo a tu madre, ni al día siguiente ver a tu familia...
Hay cosas que se saben, pero que quizá hasta que no las vives en primera persona no te las planteas, te das cuenta de que por muy mal día que tengas, o por muy feo que lo estés pasando, la vida sigue, el reloj no se para y todo sigue contando, así que si... Solo por las personas que ya no pueden disfrutar de levantarse cada día y disfrutar de un rico desayuno seguiremos dando guerra.
He aprendido muchas cosas, he entendido lo que es la palabra amistad, después de todo no se basa en el tiempo que pases con ellos, si no en la calidad de las personas que tienes a tu lado, te das cuenta de que con el tiempo ries con mas ganas, pero lloras con menos lagrimas y mas intensidad,he entendido que los tiempos no existen, y que las decisiones hay que tomarlas, he aprendido que con los sentimientos ajenos no se juega, que las parejas van y vienen, y que hay personas que se quedan y se quedarán, he aprendido a escuchar y a valorar los pequeños detalles del resto, he aprendido que la calidez de las palabras, los oídos atentos, las palabras sinceras y una incondicional lealtad, no te la da nadie, mas que un verdadero amigo, he aprendido que la confianza es algo que se siembra, se riega, se cultiva y se cosecha, y hay que ganársela y sobre todo saber mantenerla...
A veces me doy cuenta de que tengo ciertos lazos con cosas o momentos y situaciones en mi vida que me hacen decidir lo que es aceptable y lo que no lo es, a veces me siento genial e invencible y otras siento miedo, me invade la soledad, o estoy confundida, pero al final te das cuenta de que, de todo se sale, y lo que hoy es un día de mierda, mañana es un día genial, y lo que hoy es un problemon, mañana es una tontería...
Me quedo con lo que a día de hoy me suma, me quedo por los que sacan un hueco en su día para escribirme o desearme un buen día, me quedo con las escapadas con personas autenticas, me quedo con un bonito atardecer arreglando el mundo o una puesta de sol.Me quedo con sentarme en una terraza y dejar que el aire frío me erice la piel, con un abrazo, o una siesta acompañada...
Me quedo con que dentro de ocho años pueda seguir sumando momentos conmigo misma, pueda seguir disfrutando de personas especiales,pueda seguir emocionándome al oír una canción, o pueda disfrutar de algo tan simple como subirme al coche y que me ciegue el sol de camino a la playa ...
Me quedo con las personas, me quedo con todos y cada uno de los momentos que he vivido en estos ochos años, y aunque pienso que algunos de ellos no son necesario en el aprendizaje de las personas, creo que son los culpables para bien y para mal de la persona que soy hoy, así que por todos ellos...
GRACIAS!