viernes, 14 de febrero de 2020

Que difícil es despedirse de alguien...



La vida a veces te da lecciones que te hacen darte cuenta que el "te llamo la semana que viene, no siempre es buena idea. Parece que de vez en cuando necesitamos un guantazo a mano abierta para que espabilemos y valoremos lo que hay...

He pasado mucho tiempo sin ver a uno de los grandes en Barcelona y la vida nos ha tenido que juntar en un sitio de esos en los que no te quieres ver nunca para volver a darme cuenta de porque era tan importante para mi...

Por que aunque me haya hecho pasar momento difíciles y duros, tiene un corazón que no le cabe en el pecho, y aunque ha habido momentos donde eso no ha sido suficiente para calmar mis cabreos hoy me ha hecho darme cuenta de que esa pureza en sus ojos, en los suyos y en los de su familia son únicos ...

Esas personas que me han abierto su casa, las que han pasado Navidades conmigo cuando mi familia estaba lejos, las que han tenido un abrazo cuando ha hecho falta y las que me han cuidado como si fuera una mas de la familia, las que me han hecho pasar grandes veranos en la torre e inviernos en el barrio...

Esa abuela... los abrazos de la abuela Carmen eran de esos que te llenan, que te desmostan un poquito pero te llenan de un cariño especial, que aunque no seas de su familia te sientes como tal, la que renegaba cuando me veía con los pantalones rotos, la que llenaba los platos por encima de sus posibilidades pero no querías que acabaran, porque madre que mano tenia con la cocina...Esa que miraba con orgullo a sus hijos y mas aun a sus nietos...

La vida ha querido que no me despidiera de ti en vida, cosa que me cabrea mucho conmigo misma, pero sabes? Después de saber como has sufrido y lo malita que has estado, me quedo con que descansas, me quedo con la familia que dejas, porque es muy grande, porque son bonitos por dentro y por fuera, y porque la calidad humana que habéis conseguido junto con el abuelo Francisco es algo que en la sociedad actual brilla por su ausencia.

Gracias por tu generosidad, por tu brillo en los ojos, porque lo has creado en todos y cada uno de los miembros de la familia, gracias por tu bondad, por tu palique, porque como buena Sevillana no callabas ni debajo del agua, gracias por hacerme sentir como en casa, gracias por tus manualidades y tus regalos, porque esos no me los quita nadie... 

Pero sobre todo gracias por haberme hecho sentir tan querida, porque tu has querido mucho y muy bien y eso no lo consigue cualquiera.


Descansa en paz bonita