miércoles, 29 de agosto de 2018

Como la vida misma

Gracioso es que una sea mala para las fechas y sea Facebook quien me recuerda momentos mejores o peores de hace años...

Quizá es algo irónico, pero en el fondo me encanta, o no...

Con el paso del tiempo he llegado a la conclusión de que los recuerdos están bien, pero son mejores cuando no generan ningún tipo de sentimiento, quizá esa es la manera de darte cuenta de que has pasado pagina, que las cosas ya no te afectan, ni en positivo ni en negativo, es una manera de saber que tu vida sigue adelante, y que no es ni mejor ni peor, es sencillamente diferente y tienes que aprender a vivir con ello.

Los que me conocéis, y digo conocéis, en presente, no a la Lydia de hace diez años, ni a la de hace tres,si no a la de 2018, sabéis que la pequeña que dejó Valladolid hace casi diez años, era una intensa de la vida...

Pero al final tanta intensidad, repercute en sufrimiento, repercute en que cuando sufres una decepción o un cambio en tu vida, lo pasas mal... Quizá por eso, dejé la intensidad de lado y ahora me gusta mas disfrutar cada momento.

Con el paso del tiempo acabas aprendiendo eso que dicen de que "el nunca mas" nunca se cumple, y "el para siempre", siempre termina...

En el fondo es triste, triste pensar que personas que lo eran todo ahora no suman nada, y que aquellas otras que no imaginabas en tu vida, ahora son parte de los fundamentales... pero lo verdaderamente triste es conocer a una persona y que el mensaje de alerta salte en tu cabeza pensando "cuidado, antes o después ya no estará aquí"...

Cuando llegué a Barcelona, era un poco mi mentalidad, venía de pasar el verano de mi vida, donde había llorado mucho en cada una de las despedidas, por eso de la intensidad que suma el verano,  y cuando llegue a la gran ciudad de los sueños pensé... no te líes que tienes los días contados...

Cuando los días pasaron y decidí quedarme, cambió el chip y dejé salir de nuevo a la Lydia que lo daba todo,a esa que siempre daba un sí, la que anteponía los demás ante su propia persona, la que también, erróneamente vivía de un recuerdo, de unos momentos vividos o de unos sentimientos que hacia tiempo no se repetían, o al menos no se repetían si yo no los buscaba o forzaba.

Hoy he tenido un largo recorrido en coche, y en esos ratos al final reflexiono sobre muchas cosas: amistad, cambios, familia, trabajo... Y veo esos recuerdos de Facebook y pienso ¿Que ha pasado, en que punto de nuestras vidas salto el click?  Y me doy cuenta de que me cansé de lo cómodo, de lo estático, veo el recorrido que tengo y cuando antes temblabla ante los cambios, creo que ahora tiemblo mas, pero cuando se trata de rutina y comformismo. He aprendido a levantarme después de pegarme la hostia de mi vida, he aprendido a vivir sola cuando me había acostumbrado a hacerlo acompañada, he aprendido a escucharme y a saber que quiero, he aprendido a perdonar y lo mas importante a perdonarme a mi misma... parece una tonteria pero creo que es mas dificil todavia, o quizá es que soy demasiado exigente conmigo misma y me ha costado mas de la cuenta, he aprendido a dosificar mi intensidad,  a ofrecerla cuando el momento es autentico, a decir que no, a no insistir a las personas y a no preguntar cuando no quiero saber la respuesta... Soy mas fría, si, pero la temperatura cambia con las personas adecuadas y aunque hay veces que me encantaría recibir un mensaje o una llamada como hace años, luego pienso una frase que ya conocía y que hace poco me repitio una amiga... si hay que forzarlo... no es de tu talla... (Aplíquese a pantalones,amigos,pareja,etc) XD

Los tiempos cambian y la vida cambia... son las reglas del juego...asi que solo te queda una cosa: Sigue nadando...



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