No puedo evitar coger los cascos,la música y sumergirme en un paseo de desbloqueo por la ría,porque siempre que vengo llueve,pero hasta la lluvia aquí tiene su encanto,porque la gente tiene expresiones como las que utilizo en Valladolid,esas que en Barcelona nadie entiende y que al final se echan de menos.Me gusta su acento,me flipa esa lengua que nadie entiende y que lo mire por donde lo mire nunca lograre aprender,me encanta ver lo auténtico de las personas de aquí,la pureza del carácter y la nobleza y educación.
Es genial salir pronto de trabajar y tener la posibilidad de perderme entre sus calles a simplemente disfrutar del momento,a pensar,a seguir conociéndome a mi misma y en definitiva a disfrutar de esos ratitos de soledad pero de enriquecimiento personal.Hace años necesitaba estar rodeada de gente,ahora mismo disfruto tanto de estos momentos a solas que es como si me dieran el mejor de los regalos...
Una vez mas: enamorada de las grandes sensaciones creadas por los pequeños momentos...
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