Pues hostia con la peña...
Creo que han sido las cinco palabra mas pronunciadas durante mi
estancia en san francisco...En Valladolid estaba acostumbrada a que cualquier
cosa "fuera de lo común" (a nivel de moda o de manera de ser) fuera
mirado con rareza y a todos esos "diferentes" se les miraba con
descaro y desprecio...
En Barcelona la cosa cambia, y puedes cruzarte con un gótico que da
verdadero miedo y que nadie lo mire o que veas a una chica medio desnuda con el
pelo verde y pase desapercibido...en el caso de san francisco...es
completamente al revés de lo que estoy acostumbrada.
Hablando de "los diferentes”, lo raro es que no vayas hablando solo por
la calle, lo raro es que no estés 24 horas con un porro y una botella de la mano,
lo raro es que no pertenezcas a una tribu urbana y lo lleves al extremo.
Todo se magnifica, se hace grande y se exagera; el barrio gay es súper gay,
China town es como estar en el mismísimo Hong Kong, en Little italy falta una
fontana de Trevi para sentirte en plena bota, en Fisherman's Wharf encuentras
la típica imagen de san francisco de las pelis y junto al muelle 39 un montón
de leones marinos ( es realmente brutal ver focas con rascacielos de
fondo),otro barrio que me ha cautivado es haight,que es el barrio hippie donde
puedes encontrar a verdaderos abuelos con camisetas de colores, como las que teñíamos
en los campamentos hace años, el Golden gate park,un lugar donde tumbarte a no
hacer nada rodeada de millones de personas súper extrañas que te hacen ver la
vida de otra manera…
Hay sitios que pasan desapercibidos, lugares que te llaman la atención, que
te gustan o que llegan a enamorarte…
Para mi, San francisco no seria una ciudad donde vivir, sería una ciudad de
paso donde venir en esos momentos de tontería en los que no nos sentimos
afortunados.
Una vez mas he visto a centenares de personas reventadas por la mierda de la
droga, y una vez mas me sirve para tener un poco mas (si es que es posible) de
asco, a ese mundo del que aun no entiendo el momento en el que se decide entrar
para no salir.
He sentido miedo por lo que poder encontrarme en las calles, inseguridad al
verme rodeada de carteles sobre analíticas gratuitas de sida y otras
enfermedades “poco bonitas”, lastima por ver a gente muy joven sonriéndome con
un cartel de la mano de “i’m hungry” y verdadera pena por ver a tres tíos
pegando una paliza a un viejo desvalido dejándolo en el medio de la carretera…
Quizá en estas ciudades te da tiempo a ver lo bonito, lo muy bonito, lo feo
y lo jodidamente feo en poco tiempo y por eso el impacto es más grande y por
eso vas con los ojos abiertos al máximo y el botón de la cámara de multidisparo
encendido…
Una vez más me siento afortunada de lo que tengo, como lo tengo y porque lo
tengo…llamadme estúpida por tener que irme a la otra punta del mundo para
sentirlo de nuevo, pero situaciones extremas te hacen repensar las cosas y darte
cuenta de que somos millonarios en muchos aspectos de nuestra vida
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